En un atropello a 60km/h la probabilidad de que un peatón muera es del 85%, a 40km/h no pasa del 45% y a 30km/h se reduce al 5%. A más de 80km ningún peatón sobrevive.
Por otro lado cuanto más despacio circulamos menos CO2 emitimos.
Todo esto nos lleva a ver el doble beneficio de la disminución de la velocidad en ciudad.